Gran cantidad de nuestro tiempo lo dedicamos a representar personajes diversos, y créeme que lo hacemos como para recibir un premio, y de los grandes.
De Óscar.
Este fin de semana colaboré en la impartición de un curso en el que utilizamos como herramientas para el aprendizaje los role-play. En ellos cada participante recibe una tarjeta con la descripción de un personaje al que interpretará, dando vida a una historia determinada. Sobre esta historia y lo que sucede, aprendemos.
Hasta aquí, todo muy claro y concreto. “Muy neutro”.
Pero… ¿Qué sucede realmente? ¿Qué corrientes subterráneas aparecen?
PURO CINE.
Y es que, de repente, se hace todo real. ¿A quiénes estoy mirando?
¿Son mis compañer@s de curso o son los personajes a los que están dando vida?
Y de tan real que es, por momentos dudas y te encandilas con lo que está sucediendo.
PURO CINE.
Pero lo verdaderamente impactante es lo que sucede con quienes participan. Con quienes representan los personajes.
Comienzan las emociones a surgir, comienza una cierta inquietud, comienza la identificación con el personaje… El personaje comienza a surgir y la persona pasa a un segundo plano.
Este domingo tuve ocasión de participar en uno de los role-play más impactantes que he realizado. Enfrente ya no estaban Teresa y Alicia; ellas fueron desapareciendo y, en su lugar, estaba una pareja interracial con todo su mundo, casi hasta estaban sus familias. Sus gestos eran diferentes, sus posturas, su tono, la energía, sus otras culturas, otros mundos…
PURO CINE.
Cuando terminamos el aprendizaje, se quitaron sus personajes como quien se quita un traje y lo cuelga en el armario, y volvieron a ser ellas. Eso sí, la escena había sido real.
MUY REAL
Y esto me lleva a preguntarme que, si con tanta facilidad entramos y salimos de esos personajes en un role-play , ¿no sucede lo mismo en nuestro día a día?… Porque al final es lo mismo , ¿no?
Así que si puedo cambiar de personajes cuando hago cine…
¡¡PUEDO HACERLO EN MI VIDA COTIDIANA!!
PUEDO CAMBIAR
Puedo modelar la personalidad que tengo ahora, incorporar facetas y personajes, dejar atrás otros, desarrollar cualidades que ahora no forman parte de mi realidad, probar qué se siente y sucede si soy así o asá o de esta otra forma… y además puedo dirigir a todos mis personajes como yo decida hacerlo.
Es decir, puedo elegir entre que mi equipo sea una caja de grillos o la orquesta del Concierto de Año Nuevo.
Yo te comparto uno de los personajes que desempeño: el conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas, que se pasa el tiempo corriendo y diciendo «se acaba el tiempo, se acaba el tiempo». Y es que cuando tengo una lista enorme de muchas pequeñas cosas que hacer en una mañana…
¡¡se adueña de mí!!
Para esta semana te propongo:
* Obsérvate y reconoce tres de tus personajes.
* Ponles nombre.
* ¿En qué situaciones se adueñan de ti y te conviertes en ellos? Toma nota.
Nos vemos pronto, mientras tanto puedes enviarme tus comentarios a mi mail
Me encantará que compartamos.
¡¡A disfrutar!! Y que tengas una estupenda semana.
Por una vida de poderío
LET’S GO!!
Y si quieres avanzar un poco más en tu trabajo personal de cambio….
…. puedes apuntarte en una Ruta para Descubrirte donde conocerás, vivirás y te llevarás puestas estas reflexiones que compartimos cada semana.
Comienza con el tramo Barayo a Puerto de Vega: El cambio ¡¡ ya vas a notarlo!!
Aquí tienes el Calendario
Será un placer que compartamos esta ruta.
¡¡¡ TE ESPERO!!!